Estimadas socias (y socios):
En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, queremos invitar a nuestras compañeras a movilizarse en todos los espacios, territorios y lugares de trabajo, para demostrar lo que ha evidenciado la crisis sanitaria, social y económica: nuestros cuerpos y trabajo –tanto el remunerado, como el no remunerado– sostienen la vida y el sistema económico y productivo capitalista-patriarcal en el que vivimos.
Con la pandemia, nos hemos visto completamente agotadas, superadas con las responsabilidades que debemos cumplir autoimpuestas o impuestas por el patriarcado-, abandonadas por el Estado al no considerar que muchas hemos tenido que malabarear el día a día para sobrevivir; trabajar asalariadamente para dar sustento a nuestras familias; hacernos cargo de nuestro hogar en todo aspecto; criar y educar a nuestros hijos e hijas; “cumplir” con ser pareja, madre, hija, amiga; y más encima cuidar de nuestra salud mental para poder dar abasto con todo (¡y hasta con una sonrisa en la cara!).
En nuestra empresa, vivimos las consecuencias de este sistema de múltiples formas:
- Sí existen brechas salariales importantes, por más que la administración lo niegue.
- Sí hay preferencia en elegir a hombres por sobre mujeres cuando se abre una plaza de trabajo que implique liderazgo, sobre todo en los equipos en Operaciones, Mantenimiento, Ingeniería o cargos corporativos.
- Sí nos piden encargarnos de “tomar notas” o del café cuando somos parte de mesas de trabajo o reuniones formales.
- Sí existen “clubes de Toby” que se reúnen después del trabajo donde -además de comentar sobre nuestros cuerpos, cómo nos vestimos o nos queda el uniforme, o de nuestra sexualidad y vida íntima- toman decisiones laborales de las que nos enteramos al otro día, sin poder participar de dichos acuerdos, porque tuvimos que ir a casa a ser madres, limpiar la casa, cocinar, estudiar con los o las hijas, ser pareja, etc.
- Sí nos exigen el doble o triple de trabajo, en horarios de descanso, si es que somos solteras y no tenemos hijos o hijas.
- Sí nos da miedo embarazarnos, porque podría “molestarse” el jefe ante la ausencia laboral que implica el pre natal, parir, y luego el post natal.
- Sí hay jefes que minimizan nuestras denuncias en contra de compañeros que nos acosan, violentan o abusan, porque el victimario es “su compadre” que prefiere proteger, o un “buen profesional” que no quiere perder.
Y así, existen un sinfín de situaciones a las que estamos llamadas a visibilizar y transformar radicalmente.
Por todo, hacemos un fuerte y sentido llamado al Directorio y Cuerpo Gerencial de la empresa, en su mayoría hombres, a que trabajemos para erradicar estas prácticas en todo nivel, área y espacio físico de trabajo.
Necesitamos con urgencia que se ocupen transversalmente de establecer prácticas y políticas internas en torno al respeto e igualdad de trato, de oportunidades de capacitación y ascenso laboral, de remuneraciones, y de mejora de condiciones laborales no solo para las cientos de socias de este sindicato, sino para todas las trabajadoras de esta empresa.
Desde este Directorio Sindical, compuesto por mayoría de mujeres –al haber elegido históricamente a cuatro dirigentas en nuestras elecciones pasadas– no solo hacemos un llamado urgente a resolver esta brechas y discriminación constante, sino también queremos saludar y abrazar a todas quienes siguen sacando fuerzas para no decaer en ninguno de los roles que nos exigen tener; siguen luchando día a día por ser escuchadas; o siguen visibilizando -como puedan- estas injusticias que TAN hartas nos tienen.
Con mucha fuerza, les invitamos a movilizarse como puedan y quieran este lunes 8 de marzo, ya sea marchando en las calles; en sus puestos de trabajo posicionando estas temáticas; vistiendo de nuestro tradicional color morado en trabajo presencial o a distancia; o haciendo “brazos caídos” en el hogar, para entrever a nuestras parejas y/o familias lo que ocurre si nosotras dejamos de cumplir con esas tareas.
Hoy, es el momento de actuar.
Hoy, es nuestro día para tomarnos la agenda y decir BASTA al sistema heteronormado y patriarcal que nos quiere obligar a ponernos siempre en segundo lugar.
NO MÁS.
Un abrazo enorme.
Y ¡arriba las que luchan, en todo espacio, en cualquier momento!
¡Unidas hasta que la dignidad se haga costumbre para todas!
DIRECTORIO SINDICAL